x: La verdad muero por salir contigo, me pongo a pensar en ti y automaticamente sufro. y: Sufres? x: Si, sufro... Sufro de elecciones, de erecciones, de alucinaciones y a veces de visiones. y: Pero como es..? x: Pues, agradable, creo. y: Crees? x: Bueno, no puedo decir que lo es o que no lo es, porque, muy a mi pesar, al momento de imaginarte... De verte totalmente desnuda sobre mi, con esa cara de placer, con tus pechos brincando, con tus gritos entre dolor y gusto y la comisura de tus nalgas sudando sobre mis piernas... Simplemente no puedo dejar de pensar en tu boca. y: Que tiene mi boca? x: Tu boca pregunta demasiado... No entiende que el unico sonido que debe salir de ella es un gemido, si acaso una invitacion a penetrar mas hondo o a cambiar de posicion para lograrlo. y: Y que es eso que pregunta? x: TODO! Nuestras conversaciones son preguntas que respondo o dudas sobre algo que digo. Pero eso no es lo frustrante, el problema llega cuando en medio de la sesion de sexo mas animal,