No soy el hombre de tus sueños, mujer, creeme, no he sido una buena persona, no seria el padre que tu quisieras para tus hijos; soy un adicto al tabaco, amante de ciertas drogas que pasa la mayor parte de la semana bajo los efectos del alcohol y al que muy pocas ocasiones le importa la opinion de los demas. Las mujeres han sido, son y seran siempre mi gran perdicion; desde mi separacion no he logrado mantenerme al lado de una sola. No soporto la monotonia del protocolo. Pero si de algo puedes estar segura, mujer, es que si te quedas por aqui cerca y me prestas tu atencion total, te puedo enseñar mucho y regresarte a casa, a sus brazos, siendo una mejor mujer, segura y decidida a ser feliz y hacerlo feliz, aunque el mundo no quisiera. Tengo ese efecto.