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Mostrando entradas de abril 11, 2015

Adios (parte 7)

Agosto, 2010 Laura: Esto te parecerá muy tonto a estas alturas. Estoy a punto de cumplir 36 años y no he faltado a esta playa un solo Agosto desde que te conocí. Deberías verla ahora, es espantosa. Toda mi familia se ha ido distanciando desde que mis padres murieron. Nada es lo mismo. Yo ni me acerco a mis hermanos que, a su vez, no se atreven ni a levantar el teléfono para saludarme por que saben que ya no me importa, que todo lo que tengo es escribir. He llegado a convertirme en mi propio jefe trabajando aquí y allá en publicaciones de cualquier tipo; historias para revistas, columnas para periódicos, chistes para redes sociales, criticas para blogs. Mi hija ha cumplido ya sus 18, es una mujer hecha y derecha. La veo, por su propia decisión, un par de veces al mes, somos buenos amigos y comemos en lugares muy variados. Ella me cuenta de la vida, me pone al tanto en cuanto a música actual, me enseña términos que ahora los niños usan para hablar y se ríe de mi cuando los

Ana (parte 6)

El siguiente año, Jacob estaba sentado en la playa, esta vez de tarde. Había niños corriendo a su al rededor, jugando con la arena, familias comiendo varitas de pescado y camarón, hieleras llenas de cervezas, chicas tomando el sol, jugando con pelotas, lanzando arena a sus amigos, pero ni una pista de Laura, ni una huella en la arena que seguramente en algún momento habría pisado con sus pies delgados, enfundada en su vestido lila entallado. A su lado se sentó una mujer hermosa, paso un brazo por debajo del suyo, recosto la cabeza en su hombro y ofreciéndole una cerveza, pregunto: -¿Por que nunca me has contado que paso mientras estabas aquí? -Porque no paso nada -respondió frió-. Ya te lo he dicho. -Llevas una hora aquí viendo las lanchas, lejos de todos, con esa mirada tuya que siempre dice algo. No me vengas con eso. -Estoy escribiendo. -No has tocado tu cuaderno -replico-, además el lugar que elegiste es extraño, hay playas mucho mas hermosas por aquí y nosotros... -Me gus

Habla (pausa)

El tiempo siguió su curso, las cosas siguieron siendo cosas; porque el tiempo y las cosas jamas dejan de pasar o de ser, aunque a veces pensemos que si. Este "intermedio", por llamarle de algún modo, empieza así. Y sigue, diciendo que a pesar de que el tiempo o las cosas siguieron siendo y pasando, tanto Laura como Jacob jamas se olvidaron el uno al otro, aunque si fueron capaces de seguir con sus vidas, cada uno por su propio camino, pensándose de vez en cuando, recordándose algún día, imaginando lo que habría pasado. Se dice que las historias pasan como deben pasar, que esta escrito y nada puede cambiarlas, a mi en lo personal me parece una frase muy lamentable, demasiado conformista; las historias están ahí, si, y seguramente pasan por una razón, pero no creo que tengan ya un punto final, creo que se pueden escribir en el momento que están sucediendo y encima -y tal vez soy muy soñador-, creo fielmente que la vida no tendría ningún sentido, no habría misterio ni emoción, J

Coincidencias (parte 4)

Laura miraba las lanchas desde una banca, a unos 20 metros de la playa, conmemoraba así un año de haber conocido a quien le enseño que las oportunidades se toman en el instante que se presentan y que había que arriesgarse por ellas, y a veces, incluso, sacrificar algo. Cuando vio llegar a una persona a sentarse en la misma roca que lo había hecho Jacob, se sintió un poco molesta, como si el hombre que se sentaba ahí estuviera usurpando un sitio que no le pertenecía, y a la vez ultrajando un recuerdo. Pensó que seria bueno hablar con el y pedirle que se retirara, pero la idea le pareció ridícula. El hecho de que tuviera una libreta de notas fue una coincidencia hermosa, pero perturbadora. "¿Y si es el?" -Pensó-. "No, no puede ser... es mas delgado y no tiene barba, su cabello es diferente. No tiene lentes, tiene mas canas y su cuaderno es mas grande. No, no puede ser el". Se fue del lugar sin volver a dudar si la persona que había visto era la que buscaba, a la que f

El volvió a casa (parte 3)

Esa noche no pudo dormir, la paso escuchando música, bebiendo whisky y platicandose a si mismo lo tonta que resultaba la idea de haberse emocionado con algo tan común, y de siquiera haber considerado el hecho de que ella dejara su único amor por una "relación" sin bases y sin mucho sentido. La sensación extraña y nueva era apenas un recuerdo que lo hacia reírse de si mismo y de su ingenuidad. Ya casi a punto de amanecer, un tanto alcoholizado, decidió escribir. Agosto, 1999 Laura: Se que escribir una carta a estas alturas es un tanto raro, se que tal vez nunca leas esto, a este punto debes estar arreglando los problemas con tu novio y sonriendo, dejándome atras. Y lo comprendo totalmente, porque yo también lo estoy haciendo, hace un par de horas le mande un mensaje a mi ex, no ha contestado, pero se que lo hará. Mi trabajo aquí esta por concluir y yo volveré a mi ciudad en un par de días, podre verla de nuevo y con ánimos renovados, tal vez logremos sanar todas las herid

Ella no volvió (parte 2)

El estaba sentado en la playa, tenia dos cervezas. Justo destapaba una cuando ella llego y se sentó. -Hola -dijo ella-. ¿Una es para mi? -Si -contesto mientras le daba la cerveza-. Pensé que seria buena idea. -Excelente, diría yo. Salud. -Salud. Por los buenos tiempos y por dejarlos atrás -¿Dejar atrás lo bueno? -pregunto desconcertada. -No, dejar atrás los tiempos. Lo bueno puede quedarse, pero lo que ya no es, que sea olvidado. -Como mi ex. -Como mi ex -repitió el, sonriéndole un poco. Pasaron un par de horas platicando. El le contó la penosa historia de su anterior relación -muy formal y seria- en la que su pareja, tenia ciertos amigos "especiales" mientras era -según decía- muy feliz con el; y como al terminar, ella siguió buscándolo y diciéndole que lo amaba y que quería seguir con el, mientras mantenía relaciones intimas con alguien mas, al mismo tiempo que con el. "Una mujer buena, pero confundida" -trataba de justificar. Ella termino la historia q

Sueño (parte 1)

JUEVES. El estaba sentado en la playa. Ella se acerco llorando y se sentó junto a el. -¿Te molesta un poco de compañía? -Adelante -contesto sin siquiera desviar la vista de las lanchas flotando en la oscuridad. -Mi novio es un... No terminaba la frase cuando la interrumpió: -No estoy para ser paño de lágrimas de nadie, si acaso, necesito uno -hizo el gesto de levantarse mientras lo decía, pero ella lo detuvo. -Disculpa mi educación -le dijo, cambiando un poco el llanto por una leve sonrisa-, no tuve ni la decencia de presentarme. Soy Laura, ¿y tu eres..? -¿Que importa? Alguien que no necesita nombres. Ni darlos ni recibirlos. -Debes tener un nombre -dijo. -Dije "necesitar", no "tener". Lo tengo, mas no lo necesito. -¿Que haces aquí solo? -insistió un poco molesta porque el no había volteado a verla ni una vez-. ¿No tienes donde dormir? -¿Lo dices por mi ropa y mi barba? Se que parezco un indigente pero no lo soy. Estoy aquí solo, o lo estaba, porque tengo un trabajo