No creo en dios o en el diablo. No creo que haya vida despues de la muerte. No creo que un ser supremo nos esté observando todo el tiempo. No creo que haya un "malo" que nos tiente a pecar y luego nos castigue por hacerlo. Eso, por consiguiente, lo convertiría en bueno y entonces su proposito se echó a perder. No creo que a la virgen le ofenda que me masturbe con un pepino por el culo o que me la deje chupar por cuanta boca se cruce por mi camino y que las mujeres se atraganten con mi semen. No creo que a los santos y los angeles les provoque sopor verte con la morena alta esa que se deja hacer de todo por $1,200 la hora. Si acaso les provocará envidia. No creo en los estigmatizados, los iluminados ni los contactados que reciben mensajes provenientes del cielo. No creo que vengan a salvarme de un asesino serial que se meta a mi casa si me siento a rezar en vez de partirle la cabeza con un bat y enterrarlo en el patio trasero. No creo tampoco -y esto es algo muy import