Hay una mujer desnuda sentada comoda ante la ventana cuadrada en una noche cualquiera de un febrero imperfecto, con un americano caliente en una mano y un cigarro blanco en la otra.
Estan rodando lagrimas gruesas por sus mejillas tibias. Espera a un hombre solo.
Uno que no va a volver.
Ese que murio anoche en un crimen absurdo. En un asalto por 250 devaluados pesos de los del aguila.
La lluvia acida y recia resbala por el cristal empañado. Su casa pequeña esta llena de frio.
Su casa blanca, llena de muebles y vacia de el, esta cayendose a pedazos grandes y nadie puede verlo.
Nadie mas que ella, el cafe negro y los mil cigarros rojos que se ha fumado.
La ansiedad estupida la mata. La impotencia ciega la corroe.
"Hablemos mañana" le dijo ella, en medio de la pelea imbecil que sostenian.
Y el ya no llego mañana, ni llegara nunca.
Entro borracho al bar oscuro de costumbre. Se tomo dos cervezas heladas, como siempre.
Salio tambaleante y agonizante. Apestando a humo y llorando.
Dos lo cercaron, le pidieron la cartera sucia y le clavaron la navaja larga.
Se quedo tendido ahi, con los ojos cristalizados. Repitiendo el nombre de una tal "Lluvia".
Nadie le escucho o lo vio morir. Comenzaba a llover y sonrio.
Cerro los ojos.
"Todo terminara en unos minutos eternos".
Y durmio tranquilo.
Estan rodando lagrimas gruesas por sus mejillas tibias. Espera a un hombre solo.
Uno que no va a volver.
Ese que murio anoche en un crimen absurdo. En un asalto por 250 devaluados pesos de los del aguila.
La lluvia acida y recia resbala por el cristal empañado. Su casa pequeña esta llena de frio.
Su casa blanca, llena de muebles y vacia de el, esta cayendose a pedazos grandes y nadie puede verlo.
Nadie mas que ella, el cafe negro y los mil cigarros rojos que se ha fumado.
La ansiedad estupida la mata. La impotencia ciega la corroe.
"Hablemos mañana" le dijo ella, en medio de la pelea imbecil que sostenian.
Y el ya no llego mañana, ni llegara nunca.
Entro borracho al bar oscuro de costumbre. Se tomo dos cervezas heladas, como siempre.
Salio tambaleante y agonizante. Apestando a humo y llorando.
Dos lo cercaron, le pidieron la cartera sucia y le clavaron la navaja larga.
Se quedo tendido ahi, con los ojos cristalizados. Repitiendo el nombre de una tal "Lluvia".
Nadie le escucho o lo vio morir. Comenzaba a llover y sonrio.
Cerro los ojos.
"Todo terminara en unos minutos eternos".
Y durmio tranquilo.
Llover se escribe con "v". Estúpido sin futuro.
ResponderEliminarLlover es con "v". Estúpido sin futuro.
ResponderEliminar