El premio a la mejor composición musical se agregó a los premios Pulitzer en 1943. Nunca se había visto un género fuera del jazz o la clásica siquiera meterse en la competencia. Ya no hablemos de ganarla. Y ganarla bien.
Rompió todo paradigma. Kendrick Lamar abrió las puertas de este mundo totalmente nuevo con un disco que refleja la realidad de ser un hombre negro con una voz en un país en que, a modo de turba furibunda que persigue al monstruo de Frankenstein, todo personaje que levante la voz mostrando alguna diferencia de mentalidad sera perseguido con intención de silenciarlo. Posicionó una vez más al rap.
Conversaba con mi homie Jair Cardoso y llegamos a la conclusión de que el premio es bien merecido. El disco, sin musica y sin el flow, resulta en poesía. Poesía negra del hombre regular. Kung Fu Kenny
Resalta la cantidad de premios que ha obtenido en su corta carrera y la gente con la que se codea: Dre, Eminem, Pharrell,
En un punto de comparación que llega a lo gracioso, Lamar nombra a Eminem una de sus más grandes influencias mientras que éste lo elogia cada que habla de él.
En mi opinión muy personal lo que mas resalta de este galardonado trabajo es:
- La manera en la que la historia puede ser manejada de principio a fin como fue estrenado al principio y cómo cambia todo cuando escuchas la edición especial en la que el orden de los tracks va de fin a principio y también tiene sentido.
- El beef entre Lamar y Geraldo
Rivera.
- La conversación tipo monoólogo que aparece a través de todo el disco entre los diferentes alter-egos de K. Dot. Por si creían que solo hace voces sin razón alguna. No, esta jugando con personalidades múltiples al hacerlo. Personalidades complejas y bien desarrolladas.
"La institución le otorga así la categoría de oficialidad a un género musical de origen urbano al que la industria ya le había dado carta de escuela." -La Vanguardia.
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