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El hombre que me enseño mi futuro

El fin de semana pasado vi el futuro que anhelaba para mi mismo, en otro hombre. No me gusto. Era horrible.
Veran: yo queria llegar a cierta edad (35-38), en solitario para mantener la frescura de la busqueda, con otro divorcio que tuviera las heridas, nuevas o viejas, abiertas y casi aun sangrando y con todas las ganas de largarme a algun lugar, seguro con playa, seguro Vallarta, a morir bebiendo.
"Morir bebiendo" me parece una de las expresiones mas romanticas del planeta.

Despues de ver la soledad de frente, la vida es muy rara y la ves desde una perspectiva muy diferente... pero hay de soledades a soledades... y la mia -y creo que la de Zapata tambien- es una soledad por eleccion que podria acabar si bajara un poco los estandares de lo que quiero y simplemente me dejara llevar por unos ojos, un culo o unas tetas agradables, sin embargo no lo hago, me gusta el contenido.

Vivi de cerca un delirio de persecucion increible, un terror a no estar viviendo que lo obligaba a vivir de una manera extrema y casi absurda, aires de grandeza que tal vez no tenian otro motor que el miedo y la soledad que se lo comian por dentro.
Sin embargo, tal vez por morbo, me quede con el hombre hasta el final, hasta que por fin a la 1 de la tarde me dejo en mi casa, despues de darme un par de telefonos para comunicarme con el y con otra persona. Bebimos como hermanos, toda la noche, toda la mañana.

Aprendi algo muy grande: es momento de reordenar las prioridades y planes de mi vida y empezar a caminar para otro lado, porque este camino, por el que voy, no puede llevarme mas que a ese futuro que vi reflejado en el. Y que no quiero para mi.

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